sábado, 17 de noviembre de 2012

MI VENTANA


Tengo que reconocer que la nueva ventana que preside mis días es algo especial. Vivo en el campo y por ese escaparate pasa de todo; aves, bichos, aviones muchos aviones y nubes muchas nubes, e ilusiones, muchas ilusiones. Reconozco que las ilusiones son recuperables, pero no conseguibles, ni siquiera en mis más excéntricos sueños pienso en recuperar esa lucidez que me abandonó, ni la frescura de mis sueños y ni siquiera deseo ser nada más de lo que soy. Pero reconozco que un atisbo de egoísmo inunda mis deseos más íntimos y mi ventana me transporta a sueños que estoy seguro, no voy a poder conseguir.

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