Empecé siendo un pequeño moco en una nariz confusa. Creo que
nunca conseguí estar en el sitio adecuado y seguí errando por un camino que no
era el mío, la dirección elegida nunca fue la idónea, pero creí que lo
conseguido era el éxito absoluto y, francamente, me pasé cincuenta y dos mil
quinientos tribillones de pueblos. Puro espejismo.
Ahora empieza el reto de verdad. Me acabo de convertir en una
persona real, todo lo anterior era un sueño. Alguien dijo una vez que: “Dios
todavía está soñando el mundo, en espera de crearlo, por eso es bello pero
imperfecto”. Pues eso…
No hay comentarios:
Publicar un comentario